De vuelta

Nada podía ser tan pefecto, al llegar ayer al aeropuerto y camino a buscar mi maleta, escucho mi nombre por los parlantes... chucha... no, no, no... Si, la maleta no llegó, no la alcanzaron a cambiar cuando me cambié de avión, ggrrrr, así que en dos dias mas me la mandan a la casa... peor. Pero el viaje salvó, y salvó porque a mi lado estaba sentado un tipo nada de mal, en realidad muy bien, y empezé a mirarlo derrepente, haciendome el weon, pero lo bueno fué que también me miraba, y luego de un rato... me habló... genial, conversamos ene, y se me hizo mas corto el viaje, la verdad no se le notaba "la pifia" pero claro, uno sabe, y "era".
Ahora llegando mis cosas me voy pa esa ciudad del sur a seguir con la manda de la carrera, y esperar que este año si que si.